Marzo 2015
Capra pyrenaica ssp. victoriae es la Cabra montés autóctona del Sistema Central.
Especie de hábitos diurnos, tranquila, de gran olfato y oído que sorprende por su capacidad para andar y saltar entre las rocas y por escarpadas y verticales paredes, incluso heladas. Puebla la media y alta montaña en grupos numerosos o bien de hembras y crías o bien de machos, alimentándose de hierba, líquenes, cortezas, brotes y frutos.
Sin duda, un bóvido de cualidades excepcionales para la vida en la montaña.
Robustos y fuertes machos de Cabra montés en primavera en La Maliciosa (Sierra de Guadarrama)
Los machos ostentan una gran cornamenta dirigida hacia atrás
Un joven macho de buen porte en las laderas de La Maliciosa (Sierra de Guadarrama)
Los machos adultos tienen la típica barba de chivo oscura bajo la mandíbula
Los cuernos de los machos son notablemente gruesos para soportar los combates cabeza contra cabeza
Las hembras son bastante más pequeñas y con los cuernos más cortos, recordándonos en apariencia a una cabra doméstica
Perfil de una hembra en las Cinco Lagunas de Gredos
Cabritillo en la Garganta del Pinar de camino a las Cinco Lagunas de Gredos
Grupo de machos en la falda del Cabeza Nevada de Gredos.
Joven hembra y su cabritillo del año en la Garganta del Pinar de Gredos
Robusto macho solitario en el Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia
Todo un privilegio disfrutar de esta subespecie de bóvido en nuestras latitudes.
Un saludo a todos los lectores y seguidores.